dissabte, 16 d’agost del 2008

Día 11: Excursión Hvar-Isla de Brac


Hoy el despertador ha vuelto a sonar a horas intempestivas para estar de vacaciones: 6:45 am, aunque nos hemos levantado a las 7:00 am.
Hemos bajado a desayunar y a las 7:45 am ya salíamos en dirección al muelle para enbarcar en el 'Makarski Jadran' que nos llevará de visita a la isla de Hvar y a la de Brac. Al subir al barco Jose me da la razón en que deberíamos haber llegado antes, tal y como nos aconsejó la mujer que nos 'vendió' la excursión, ya que todos los sitios están cogidos. De todos modos enseguida aparece un gentil marinero que nos coloca con una familia de cuatro personas no muy habladores.





No para de llegar gente que tienen que ir colocando como pueden, incluso con sillas de plástico en medio del pasillo. Cada vez que recordamos las palabras de la mujer que nos vendió la excursión diciéndonos que normalmente sólo llenaban la mitad del pasaje nos entra la risa ya que en todo momento estamos pensando que se trata de un rollo para turistas y que seguro que nos engañan por algún lado.
El barco sale puntual a las 8:20 am, tan puntual que incluso hay gente que se queda en tierra!!!

El panorama a bordo no es muy alentador. El 50% del pasaje son turistas italianos en grupo que cumplen con el perfil tópico y típico que todos tenemos de ellos. No paran de cantar al son del repertorio de canciones casposas de la Italia de los años 80 que el DJ del barco ha escogido para este tipo de excursiones.




Nada más zarpar la tripulación nos da la bienvenida con un vasito de café y seguidamente con Grappa por lo que en pocos minutos el nivel de alcohol en sangre de alguno de los italianos ya era superior al de la media. Alguno incluso se ha caído al suelo y no se podía ni levantar del ataque de risa que le ha dado. Jose se bebe los dos cafés y los dos chupitos de Grappa.

Mientras nos tenían entretenidos con la música y la bebida el cocinero, con un cierto aire a Rosendo disfrazado de pirata, ha empezado a preparar las brasas para el 'Fish Picnic' que nos habían prometido.



El caso es que a las 10.00, antes de la primera parada en la isla de Hvar, nos hemos visto con un plato de pescado (skuse = caballa) y autentica ensalada de Croacia en la mesa. A estas horas no apetece mucho pero es la comida que nos habían prometido así que.... a comer se ha dicho!


La verdad es que no sé si eran las brasas o el pescado pero estaba buenísimo.
Hemos acabado de comer en el momento en que hemos atracado en Hvar, concretamente en el pueblo de Jelsa. Aquí tenemos una hora para recorrer parte del pueblo antes de zarpar hacia la Isla de Brac. Lo poco que vemos nos gusta mucho, parece una isla supertranquila y el paisaje es impresionante. Aprovechamos para comprar algo típico de la isla que parece ser que es la lavanda, por lo que compramos unos saquitos para perfumar los armarios.




Volvemos al barco. Esta vez tenemos un camino de una hora hasta la próxima parada donde nos dejarán 4 horas a nuestro aire. Siendo sinceros tenemos que reconocer que la excursión nos está gustando y no es tan mala como pintaba inicialmente. Durante este trayecto hemos podido ver delfines y también la poca concienciación por el medio ambiente de mucha gente que no les importa tirar por la borda colillas y papeles, como si el mar fuera un basurero.

Al llegar a la Isla de Brac, al pueblo de Bol, hay unos taxi boat esperándonos que por 10 kunas nos llevan a la playa, pero decidimos abandonar el 'rebaño' y marchar caminando a nuestro aire. Nos quedamos en una playa más cercana y suponemos que menos masificada que la que han invadido todos nuestros vecinos de barco. Nuestra elección no está nada mal, la playa sigue siendo de piedras en lugar de arena pero el agua es cristalina y con el calor que hace la temperatura es perfecta.



Después de dos horas recogemos la paradita y nos vamos para el pueblo a dar una vuelta y comer algo.




Volvemos al barco y esta vez entablamos conversación con la familia con la que compartimos sitio. Son de Sarajevo y la hija mayor ha estado recientemente en Lloret y en Barcelona. Tiene muchísimas ganas de volver a Barcelona y nos hace unas cuantas preguntas de la ciudad.A las 18.30 hemos llegado a Makarska con un muy buen sabor de boca después de una excursión típica de guiris. Ha valido la pena y nos ha servido para hacernos una idea de lo bonitas que son las islas de la costa Dálmata.


Nos hemos ido al hotel a ducharnos y descansar un rato antes de ir a cenar. Esta vez hemos elegido un restaurante en el que también hacen Cevapcici pero suponemos que se tratará de 'Cevapcici Croata'. Es diferente al que comimos en Sarajevo. En este caso el pan es diferente, es más grueso, como si fuera un bocadillo y está untado con salsa de tomate. Lo único que tienen en común son las salchichas de cordero y la cebolla. En este caso comerlo tal y como nos enseñó Batto en Sarajevo, cogiendo trocitos de pan y las salchichas con las manos, era imposible.

No estaba mal pero tanto Jose como yo coincidimos en que nos quedamos con el Cevapcici que comimos en Zeljo en Sarajevo.

Después de cenar nos vamos a dar nuestro paseo de rigor por el paseo marítimo y a tomar nuestros combinados también de rigor: un mojito (nada que ver con los mojitos a los que estoy acostumbrada aquí en Barcelona), y una piña colada (que sí que está en su punto).

Volvemos al hotel a descansar porque mañana nos espera un largo viaje hasta.... bueno, no lo sabemos, solo sabemos que pasaremos por Zadar pero no sabemos dónde pararemos para dormir.

2 comentaris:

Marc ha dit...

Pero a ver... ¿vosotros os pasáis el día comiendo o qué? Sois muy graciosos!!!

Wambas ha dit...

Pos no comemos tanto!!!. Incluso muchos días nos poníamos tibios en los desayunos y prácticamente no hacíamos el "lunch". Eso sí, cenábamos pronto.

Y no somos tan graciosos, ya sabes que tu tío cuando se pone serio...